El trabajo en la huerta con niños puede resultar una herramienta educativa con amplios beneficios. Por un lado, brinda un entorno en el que se puede formar en valores éticos. Por el otro, enseña a desarrollar proyectos que trasciendan lo inmediato, trabajando con una mirada de mediano a largo plazo, resaltando el valor de la adquisición de conocimientos para el logro de las metas propuestas.